miércoles, 23 de noviembre de 2011

Apolo


Apolo era hijo de Zeus de una titánide llamada Letona, con quien mantuvo una aventura amorosa. Era hermano gemelo de Artemis.
El nacimiento de los gemelos fue complicado porque Hera, esposa de Zeus, viendo que su esposo le había sido infiel de nuevo, quiso vengarse haciendo que la Tierra le prometiese que Latona no podría dar a luz en ningún lugar alumbrado por el Sol.
La pobre Latona, a punto de parir, caminaba sin cesar de un lugar a otro buscando un sitio donde se le permitiese dar a luz. El dios del mar Poseidón quiso apiadó de ella y la llevó a una isla flotante y árida que había en mitad del Mediterráneo; allí levantó una ola gigantesca que cubrió toda la isla con una bóveda de agua, ocultándola de la luz del  Sol y Latona pudo alumbrar a sus hijos. Aquella isla flotante y árida quedó fijada al fondo del mar, fue muy fértil y de llamó Delos, que significa “la brillante” por haber sido la cuna de Apolo, el dios de la luz. Los dioses hicieron varios regalos al pequeño dios, pero el que más agradeció Apolo fue el arco y las flechas que le fabricó Hefesto, el divino herrero, porque serían sus atributos más característico, como lo fueron también para su hermana Artemis.
Apolo marchó buscando un lugar donde se le rindiera culto.
Llegó a una isla donde se alzaba el monte Parnaso, que le pareció un bonito paraje para ser adorado, se quedó allí y construyó un altar. Pero le faltaban hombres para atender el culto, así que, viendo que pasaba una barco de marineros cretenses, se convirtió en delfín los guió a la costa y los convirtió en sus sacerdotes. Por eso la isla se llamó Delfos, que proviene de la palabra delfín.
En esta isla Apolo llevó a cabo una gran hazaña: con su arco y sus flechas divinas dio muerte a una gran serpiente llamada Pitón, que aterrorizaba a los habitantes del lugar y había perseguido a su madre.
Para celebrarlo se consagró a Apolo un oráculo(lugar donde se adivinaba el futuro), que acabaría siendo el oráculo de Delfos.
Con la piel de la serpiente Pitón, Apolo hizo un asiento en el que se sentarían las sacerdotisas del oráculo llamadas Pitias o Pitonisas en honor a la serpiente, para hacer sus profecías. Apolo se convirtió en el dios de los oráculos divinos, con la facultad de conocer el provenir de los mortales y los inmortales.
Se le conoce por su condición de dios de las artes y, especialmente, de la música. Acompañado siempre por las Musas(que eran nueve y protegían distintas facetas de las artes), solía celebrar animadas reuniones en el Olimpo y también en el monte Parnaso.

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