ORFEO Y EURÍDICE

Orfeo era hijo de Calíope, musa de la elocuencia y de Apolo y, por lo tanto, nieto de Zeus. Poseía el don de la poesía y de la música, se convirtió en el músico mas extraordinario de los mortales y con su canto, deleitaban a todas las criaturas de la naturaleza.
Se enamoró perdidamente de Eurídice, una bella ninfa de los valles de Tracia y se casó con ella.
Todos parecían festejar su amor con la misma alegría viendo a los amantes paseando felices por la verde pradera.
La adversidad le acechaba en el camino y de ensañaría con ellos. Una serpiente venenosa mordió a Eurídice, en su intento de escapar de Aristeo, el hijo de Apolo, que intentaba poseerla; gritó y cayó muerta.
Orfeo, desesperado, trató inútilmente de ayudarla, pero ya era tarde; el veneno se había esparcido por todo el cuerpo sin darle tiempo a nada y murió en sus brazos.
Orfeo no se recuperó de su pena y la naturaleza le acompañó en su dolor; las aves con sus agudos lamentos y los árboles emitiendo extraños y lúgrubes sonidos con sus follajes.
No pudieron soportar tanto dolor, Orfeo decidió bajar al Averno a recuperar a su amada.
Acompañado por el barquero Caronte, atravesó la oscura laguna Estigia, que separaba el reino de los vivos del de los muertos; e iluminándose con una antorcha se hundió en las oscuras profundidades de la morada de los muertos.
Le acompañaron los sonidos de los fantasmas errantes, que no lo desanimaron, tan decidido estaba de hallar a su amada.
Encontró los rostros ajados de la Furias, y el perro Cancarbero que custodaba el palacio de plutón y proserpina, los señores de los muertos que se  encontraban sentados en sus tronos.
Se postró a sus pies y tomando su lira comenzóa cantar una hermosa canción sobre su perdida amada.Todos lloraron y los  reyes se apiadaron de él.
Eurídice fue llamada para que se presentara en el salón del trono y al encontrarse ambos amantes se abrazaron.
Plutón dejo que regresara al mundo de los vivos pero con una condición, que Orfeo no girase la cabeza para mirarla en su viaje de regreso.
Orfeo regresó por el mismo camino por el que había llegado a los infiernos.
Mientras atravesaban el río Estigio, Orfeo vio una fuerte luz que anunciaba la salida y ambos se apresuraron a salir de la caverna.
Sus ojos se postraron ante el bello rostro de Eurídice, ésta le dijo adiós y desapareció para siempre.
Orfeo no pudo hacer nada.
Desalentado subió hasta lo alto de una colina y allí comenzóa llorar desconsoladamente.
Su lamento fue una triste melodía que atrajo a pájaros, animales y árboles, trataban de protegerlo del fuerte viento y de las inclemencias del tiempo.
A raíz de esta pérdida ya no quiso saber nada de mujeres y decidió hacer de los hombres su elección. No gusto demasiado a Ménades, que durante otros tiempos había retozado durante los ritos en honor a Baco.
Estas se abalanzaron sobre Orfeo y lo desplazaron entre todas, dejaron intacta su cabeza y la lira, que cayeron a un río, el Hebro, que los llevó hasta el mar mientras seguía sonando. La cabeza seguía pronunciando el nombre de EURÍDICE.