martes, 24 de abril de 2012

ARACNE






Vivía en una pequeña ciudad de Lidia una doncella de humilde origen llamada Aracne . Sus padres eran tintoreras en púrpura y pobres . Con todo , en las ciudades lidias era muy apreciado el nombre de Aracne , debido a que la doncella superaba, en habilidad y ligereza, a todos los tejedores mortales; incluso las ninfas acudían a la humilde cabaña de la joven para admirar su trabajo. Arte y pobreza, en ninguna parte se habían visto más estrechamente unidas que allí . Tanto si Aracne devanaba la lana bruta como si la estriaba en hebras finas, ora hiciera girar el huso con el ágil pulgar, ora bordara con la aguja, hubierase dicho que la misma Palas Atenea la había enseñado. Pero Aracne con frecuencia exclamaba, ofendida:

- ¡Yo no aprendí mi arte de la diosa ! Que venga ella a medirse conmigo. Y Si me vence , estoy presta a aceptar cualquier castigo !


Atenea escuchaba sus jactancias con disgusto, adoptó la figura de una viejecita con la frente llena de canas , y empuñando un báculo con mano marchita , presentóse en la cabaña de Aracne y le dijo:

" No todo son males en la vejez, con los años crece la experiencia .Así que no desprecies mi consejo . Entre los mortales , procura ganar fama de ser la mejor tejedora; peor ante una diosa, humíllate. Pídele perdón por tus palabras temerarias y ella perdonará gustosa a la arrepentida.


Aracne , con hosca mirada, dejó caer de sus manos la hebra y replicón con voz que
temblaba de ira


" Eres necia, anciana: el peso de los años ha debilitado tu cabeza.No es bueno vivir demasiado . Vea predicar esas sandeces a tu hij a , yo no necesito de tus consejos y desprecio tus amonestaciones, ¿ por qué no viene Palas en persona ? ¿ Por qué rehuye medirse conmigo? "

Aquellas palabras pusieron fin a la paciencia de la diosa: " ¡ Aquí la tienes! -exclamó , adoptando su verdadera figura celestial.


Las ninfas y las mujeres lidias que se encontraban presentes cayeron de hinojos a los pies de la divinidad; sólo Aracne se mantuvo impasible; sólo un leve sonrojo pasó por su rostro altanero, pero la joven permaneció obstinada en su resolución. Dominada por el deseo de una necia victoria , se precipita ella misma contra su temible destino . Cesando en sus advertencias, aceptó el reto. Colocaron una y otra el telar en sitio distinto y se pusieron a mover con brío las hábiles manos .Entretejían artísticamente púrpura y otros mil colores difíciles de distinguir para el ojo no avezado; mezclan con las hebra hilos de oro , y las miradas estupefactas de los presentes pudieron contemplar obras maravillosas.


Atenea bordó la peña de la ciudadela ateniense y su disputa con Posidón por la posesión del pais . Doce dioses , con Zeus en su centro , aparecían sentados ; se podía ver a Posidón arrojando el gigantesco tridente contra la roca y haciendo brotar de ésta un chorro de agua marina. Más allá estaba la propia diosa, armada con lanza y escudo ; con la punta del dardo hacía brotar el olivo de la tierra estéril, ante el asombro de los dioses y para bien de loas mortales .Así bordaba Atenea su propia victoria en la tela .Pero en las cuatro esquinas ponía otros tantos ejemplos del humano orgullo que, al provocar la ira de los dioses, tenía triste fin .Se veía a rey tracio Hemo con su esposa Ródope , que en sus soberbia se hacían llamar Zeus y Bera , y fueron convertidos en encumbradas montañas; a la muy desgraciada madre de los Pigmeos que, vencida por Bera, se transformaba en grulla y luchaba contra sus propios hijos; en el tercer ángulo se representaba a Antígona , la bella hija del rey Laomedonte , tan orgullosa de su hermosura y de su cabellera, que sólo compararse con Bera y la diosa convirtió sus cabellos en serpientes que la mordían y atormentaban hasta que Zeus , apiadado , la metamorfoseó en cigüeña ; finalmente, Atenea reprodujo a Ciniras llorando el destino de sus hijas que, provocaron la cólera de Bera y fueron transformadas en gradas de piedra delante de su templo .Todas estas escenas bordó en su tapiz Atenea .


Aracne , en cambio , en todas las figuras de su tela trataba de hacer mofa de los dioses, especialmente de Zeus , representándole ora en figura de toro , de águila, o de cisne , ora como lascivo sátiro , llameante fuego o dorada lluvia, seduciendo a las hijas de los mortales .Todo esto lo rodeó de un marco de yedra con flores entretejidas .Yuna vez hubo terminado su obra, la misma Atenea no encontró nada que reprochar en el arete de la doncella; únicamente la ofendió el sentido impío que se desprendía de sus cuadros .Por esto desgarró con gesto airado las insolentes escenas y con la lanzadera, que aún conservaba en la mano , golpeó por tres veces la frente de la orgullosa muchacha .La desgraciada no pudo resistido ; enloqueció y , desesperada , atóse un dogal al cuello .Colgaba ya del techo convulsamente cuando la diosa, compadecida, la libró del nudo asfixiante, diciéndole :


" - Vive , pero colgando, osada! i Y sea éste el castigo de tu descendencia, hasta la última generación!


y diciendo estas palabras , echó al rostro de Aracne unas gotas de una hierba mágica y se fue .En un momento desaparecieron cabellos , nariz y orejas de la cabeza de la doncella, la cual se contrajo toda ella hasta quedar reducida a un animal diminuto y repúgnate .Transformada en araña sigue, todavía hoy, practicando su antiguo arte ; hilando hilo tras hilo.





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